Hoy hubiera querido ser calma pero fuí tempestad,
quisé mecer tu alma entre mis brazos
y la sacudí violentamente...
La decepción tiñe la vida de tonos ocres,
ciega cualquier tierna mirada
perdida en el desamparo del sinsentido...
Por mucha miel que endulce el dolor no deja de doler, quizás más hondo aún.
Te hubiese regalado la vida
pero estaba muriendo, aunque aparecieras en el preciso instante
en el que aún me latía el alma y vibraron tan dentro de mí mis sueños,
que deseo volver a soñar, vivos...
Fuiste, como siempre..., tan sólo tú.
quisé mecer tu alma entre mis brazos
y la sacudí violentamente...
La decepción tiñe la vida de tonos ocres,
ciega cualquier tierna mirada
perdida en el desamparo del sinsentido...
Por mucha miel que endulce el dolor no deja de doler, quizás más hondo aún.
Te hubiese regalado la vida
pero estaba muriendo, aunque aparecieras en el preciso instante
en el que aún me latía el alma y vibraron tan dentro de mí mis sueños,
que deseo volver a soñar, vivos...
Fuiste, como siempre..., tan sólo tú.
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